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Lávese las manos antes y después de usar las gotas para los oídos.
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Frote el frasco del medicamento entre las palmas de las manos o colóquelo en un lugar cálido para entibiar las gotas si el medicamento se conservó en el refrigerador.
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Haga que su hijo se recueste de costado con el oído en el que debe colocar las gotas hacia arriba. Si hay pus amarillo o verde, o sangre dentro del canal auditivo o alrededor de este, no aplique las gotas.
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Si sale un líquido claro del canal auditivo, límpielo con un pañuelo de papel limpio. Limpie solamente la parte externa del oído. No ponga nada dentro del canal auditivo del niño para limpiarlo.
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Con suavidad, tire de la oreja hacia afuera y hacia arriba, o hacia abajo, hasta que pueda ver bien el canal auditivo. Afirme la mano que sostiene el gotero, colocando la muñeca sobre la mejilla o la cabeza de su hijo.
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Aplique la cantidad correcta de gotas en el canal auditivo del niño sin que el gotero toque ninguna parte del oído o la oreja.
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Haga que el niño permanezca de costado durante 2 minutos y frote suavemente la piel que está adelante de la oreja para ayudar a que las gotas penetren en el canal auditivo.
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Antes de que el niño se levante, coloque suavemente un trozo de algodón en el canal auditivo para evitar que el medicamento se salga.
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Enjuague la punta del gotero con agua del grifo y vuelva a tapar el frasco de inmediato.